La hipervitaminosis es una de las consecuencias no deseadas de la ingesta de bebidas energéticas. Quizás menos conocida que otras, como arritmias, hipertensión, insomnio, nerviosismo...
"Una comercialización muy agresiva desde hace años, una publicidad muy dirigida al público adolescente, que ha ido calando poco a poco y que queremos atajar"
La familia tiene que ser el referente de los hijos en cuanto a la educación alimentaria, para que así los menores sean sensibles a las consecuencias físicas y mentales que sus decisiones diarias pueden tener
El 37,7 % de los adolescentes españoles entre 12 y 13 años, así como el 47,7 % de los individuos entre 14 y 18, han consumido alguna bebida energética en el último mes.