La tasa de mortalidad por el uso de opioides "ha superado la de la epidemia de sida en su punto máximo a principios de la década de 1990", momento en que "no había un tratamiento eficaz para el VIH o sida", informa la profesora de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, Silvia Martins.
La campaña va acompañada de un 'spot', que se emitirá a partir de este sábado, y en el que se señalan diversos mensajes como, por ejemplo, que "amar no transmite el VIH", "Convivir no transmite el VIH", "Tocar no transmite el VIH", "Disfrutar no transmite el VIH", "Comprender no transmite el VIH" y "Besar no transmite el VIH".
La mayoría de centros para el consumo supervisado de drogas ofrecen la posibilidad de realizar el cribado del virus de la hepatitis C (VHC) y de efectuar la derivación correspondiente, pero muy pocas proporcionan tratamiento para esta infección, lo que indica que estos espacios podrían desempeñar un papel más importante a la hora de reducir la transmisión del VHC y también los resultados negativos asociados a la hepatitis C.
Un panel de expertos convocado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos recomienda cinco pasos cruciales para los médicos que tratan pacientes afectados por la adicción a los opioides y estas infecciones que se cruzan.
Dicho estudio aconseja coordinar los servicios de tratamiento de adicción a las drogas, de atención médica general y de la salud mental para atender mejor las necesidades de esta población.
En los hombres gais, el consumo de estas sustancias tiene, en su mayoría, una finalidad sexual. Estudio español –llevado a cabo de manera conjunta entre expertos sanitarios y profesionales del ámbito comunitario–, cuyos resultados han sido publicados el pasado mes de abril en la Revista Multidisciplinar del Sida de la Sociedad Española Interdisciplinaria sobre el Sida (SEISIDA).
Los hallazgos de un estudio realizado en Londres ponen de manifiesto la necesidad de abordar el ChemSex como un problema prioritario de salud pública. Los varones que consumieron metanfetamina tuvieron un riesgo estadísticamente elevado de experimentar, por ejemplo, 15 veces más probabilidades de ser hospitalizados, 13 veces más de afrontar consecuencias financieras vinculadas a su uso y siete veces más probabilidades de sufrir una sobredosis.
Una bebida energética “promedio” contiene en torno a 80 mg de cafeína por porción de 250 ml, frente a los aproximadamente 30 mg de una taza de té o los 90 mg de un café.
La orden de EEUU de bloquear todos los petroleros venezolanos sancionados, ha elevado la tensión en la zona, poniendo en peligro la estabilidad regional y los intereses españoles.