Investigadores de la Universidad McMaster (EEUU) han descubierto en un estudio que el uso de cannabis como medicamento de reemplazo para personas con trastorno por consumo de opioides no funciona.
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha adelantado, en una reunión mantenida con representantes del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que a partir del 1 de enero el Sistema Nacional de Salud (SNS) va a financiar el fármaco bupropion, un nuevo tratamiento para dejar de fumar.
Dos fármacos a base de cannabis, recomendados para el tratamiento de epilepsia y esclerosis múltiple, han recibido por primera vez la aprobación para ser recetados a través de la Sanidad pública británica (NHS, por sus siglas en inglés).
Un estudio de CC.OO. ha detectado un incremento del uso de psicofármacos en trabajadoras del sector de la Dependencia como consecuencia de las condiciones laborales en el Estado: "Hay una carga de trabajo brutal, en general porque las plantillas no están ajustadas, son exiguas. Hay una presión de tiempos enorme".
Debería mejorarse el acceso de la población adolescente a este tratamiento junto a una mejora de la capacitación de los profesionales sanitarios que les ofrecen atención.
Alrededor del 80% de los principios activos de fármacos usados en Europa y Estados Unidos se producen en estos países. En teoría, estos productos creados en Asia tienen que seguir una serie de controles y garantías para poder importarse a Estados Unidos y Europa.
Los resultados de los investigadores Hengartner y Plöderl señalan que "los antidepresivos aumentan significativamente el riesgo de suicidio en adultos con depresión mayor", lo que implica que las personas tratadas con antidepresivos tienen una probabilidad significativamente mayor de realizar intentos de suicidio y de morir por suicidio que las personas con depresión mayor que son tratadas con una sustancia placebo.