Este directivo de Agalure superó su adicción al juego hace tres años y ahora lucha por ayudar a otros enfermos y a sus familias a superar un problema que cada vez afecta a más jóvenes.
La Asociación de Atención a la Ludopatía y a la Exclusión Social (Aluesa) ha detectado en las Islas un nuevo perfil de jóvenes ludópatas poliadictos de entre 18 y 30 años, que no sólo son adictos al juego sino al alcohol, así como a las drogas y el sexo en mayor o menor medida.
Un estudio realizado por la Asociación Juguesca determina que el 40% de las personas adictas al juego ha pensado en el suicidio. El 80% de los jugadores que llegan al centro de tratamiento son varones.
El perfil del paciente corresponde al género masculino, con una media de edad de 38, casado o separado, consumidor de alcohol u otras drogas y adicto a las máquinas tragaperras.
Un estudio del colectivo Ekintza-Aluviz detectó a más de 90 jóvenes afectados La inmensa mayoría de las 324 personas tratadas son adictas a las tragaperras.