La Harm Reduction Coalition elaboró hace unos días una guía con consejos para proveedores de servicios de jeringuillas y reducción de daños con base comunitaria durante el brote de COVID-19
La incautación de preservativos en personas trabajadoras sexuales, el acoso policial o el encarcelamiento son factores que se asocian con un elevado riesgo de infección por el VIH.
La mayoría de centros para el consumo supervisado de drogas ofrecen la posibilidad de realizar el cribado del virus de la hepatitis C (VHC) y de efectuar la derivación correspondiente, pero muy pocas proporcionan tratamiento para esta infección, lo que indica que estos espacios podrían desempeñar un papel más importante a la hora de reducir la transmisión del VHC y también los resultados negativos asociados a la hepatitis C.
La investigación revela que las cazoletas no están implicadas en la transmisión de este virus hepático, mientras que los filtros lo estarían en poca medida. los autores sugieren que los programas de acceso a jeringuillas, especialmente en aquellos programas con problemas de financiación, centren sus esfuerzos en la distribución de más jeringuillas con agujas fijas (tipo insulina) en lugar de parafernalia para la preparación de las drogas.
Dado que el financiamiento de los donantes para los programas de VIH se ha reducido, los servicios de reducción de daños también se han visto afectados y el acceso a ellos se mantiene estancado en muchas partes del mundo.
Médicos del Mundo entrega material nuevo para evitar enfermedades a personas usuarias de drogas de Palma de Mallorca. Dentro de los objetivos de la asociación se encuentra reducir la presencia de las jeringas en las calles. Para ello, incentivan a los usuarios a devolver las ya utilizadas y, a cambio, les proporcionan el mismo número y una extra, además de otros utensilios para que se inyecten con unos mínimos de higiene. El año pasado se recogieron 26.700 jeringuillas.
De los 16 millones de personas que se inyectan drogas, tres millones tienen VIH. El alcohol y las anfetaminas contribuyen a propagar las infecciones. Se necesita combinar la terapia sustitutiva y el intercambio de jeringuillas.