El relato oficial estadounidense sobre la epidemia de opioides, que vive una nueva ola con el fentanilo, se ha construido diligentemente sobre la búsqueda...
Usuarios e investigadores destacan la contradicción con esta sustancia: cada vez hay más empresas que la cultivan legalmente en España pero toda la marihuana se exporta para pacientes del resto de Europa
La empresa señalada como responsable de la crisis de opiáceos en EEUU se ha declarado en bancarrota, una estrategia para protegerse ante las demandas. Mediante este proceso, Purdue Pharma pretende convertirse en una organización sin ánimo de lucro y que sus futuras ventas financien el acuerdo al que espera llegar con los más de 2.000 demandantes, incluidos Estados, ciudades y ayuntamientos. Se acusa a Purdue Pharma de utilizar tácticas agresivas y engañosas para aumentar las ventas, así como de minimizar el riesgo de adicción.
Alrededor del 80% de los principios activos de fármacos usados en Europa y Estados Unidos se producen en estos países. En teoría, estos productos creados en Asia tienen que seguir una serie de controles y garantías para poder importarse a Estados Unidos y Europa.
La aplastante realidad es que las farmacéuticas invierten tanto dinero en los médicos porque saben perfectamente que van a tener un retorno económico de múltiples maneras al influir sobre la actividad médica.
Las sobredosis de opiáceos mataron en 2016 a 115 personas al día, unas 80 de ellas causadas directamente por medicamentos legales para aliviar el dolor. El Congreso ataca a la DEA por no hacer nada cuando sabía que se estaba haciendo un uso fraudulento de los fármacos responsables de la epidemia. Los congresistas se preguntan por qué el número de opiáceos vendidos a farmacias, clínicas y hospitales se multiplicó por cuatro entre 1999 y 2010.