El Comité solicitó que Rusia apoye unas medidas reconocidas a escala internacional para prevenir la transmisión del VIH entre las personas que se inyectan drogas.
Según un editorial del diario canadiense The Globe and Mail, las estrategias de reducción de daños, como la legalización, la sustitución (o la prescripción) de opiáceos y los centros de inyección supervisada, han demostrado su eficacia en países como Portugal y Suiza.
La investigación revela que las cazoletas no están implicadas en la transmisión de este virus hepático, mientras que los filtros lo estarían en poca medida. los autores sugieren que los programas de acceso a jeringuillas, especialmente en aquellos programas con problemas de financiación, centren sus esfuerzos en la distribución de más jeringuillas con agujas fijas (tipo insulina) en lugar de parafernalia para la preparación de las drogas.
Un análisis innovador demuestra de forma contundente el daño que ejerce la criminalización sobre los programas de tratamiento y prevención del VIH dirigidos a esta población. La gran mayoría de estudios -85 en total (80%)- revelaron que la criminalización afectaría negativamente a la prevención y a los resultados del tratamiento del VIH en personas usuarias de drogas inyectables.
Las causas más comunes de fallecimiento son la sobredosis y el sida, sobre todo en aquellas regiones donde hay una mayor prevalencia en el número de infecciones por VIH.