Este artículo forma parte de nuestro Proyecto Coca II - Misión Rural. Se trata de una guía resumen a partir de las conclusiones de la Comisión Global de Política de Drogas entorno a los prejuicios derivados del mal uso del lenguaje que usamos a diario para entender el problema de las drogas. Hay algunas palabras del imaginario sobre las drogas que recomiendan que cambiemos.
Un estudio publicado en "Nature Communications" afirma que la neutralización del factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) disminuye la necesidad de consumo de cocaína en ratones.
La asunción de riesgos está relacionada con el consumo de alcohol, cocaína o cannabis, y es más probable que se desarrollen adicciones a estas sustancias.
Estados Unidos promueve la creación de una base de datos mundial que documente la composición química de drogas sintéticas que hayan sido decomisadas por policías de diversos países. La meta es darle a la comunidad internacional la posibilidad de responder mejor ante el auge de drogas ilícitas tradicionales como la heroína o la cocaína mezcladas con adulterantes, algo que las autoridades estadounidenses dicen que es más frecuente.
Un estudio concluyó que consumir alcohol genera una mayor adicción de la cocaína. El experimento, llevado a cabo por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y publicada en la revista Science Advances, realizó sus pruebas con ratas.
Así lo ha puesto de manifiesto este lunes el director y fundador de Proyecto Hombre en la región, Modesto Salgado, quien ha aportado algunos datos sobre el perfil de consumo y de consumidor con el que trabajan en toda la región, donde el hachís y la cocaína siguen siendo las drogas más consumidas entre los adolescentes.
De acuerdo al reporte de la DEA, con datos de 2016, aumentó la pureza y bajó el precio de la cocaína que llegó a los EE.UU., con el consiguiente aumento de la disponibilidad. También aumentó el consumo y las muertes por intoxicación por consumo de cocaína. Con todo, el informe de la DEA avisa que el movimiento de cocaína desde Suramérica alcanzó en 2016 cifras récord, señalando directamente a Colombia a través del título 'La expansión de producción de coca en Colombia contribuye al crecimiento de la oferta en EE. UU.'. Esto podría generar dificultades en las relaciones entre ambos países.
"Podría ser una vía para personas que no quieran fumar o inyectar y prefieran optar por una vía alternativa, pero para aquellas personas que ya consumen es una vía de administración que no tiene mucho sentido"
Una bebida energética “promedio” contiene en torno a 80 mg de cafeína por porción de 250 ml, frente a los aproximadamente 30 mg de una taza de té o los 90 mg de un café.