La prevalencia de consumo para alcohol y cannabis junto a la percepción del riesgo asociado al uso de las sustancias psicoactivas estudiadas y otros datos obtenidos en este estudio podrían contribuir a definir intervenciones dirigidas a la prevención y modificación de actitudes, así como al diseño de futuras investigaciones en este colectivo.
Un grupo de expertos de la Universidad de Bristol (Reino Unido) asegura haber encontrado el mecanismo por el cual el cannabis aumenta el riesgo de padecer esquizofrenia.
Aunque su uso es ilícito en Estados Unidos, en virtud de una ley ratificada por el presidente Richard Nixon en 1970, un total de 15 Estados y la capital federal permiten su uso médico, para paliar el dolor.
Según una investigación realizada por el Behavioural Science Institute de la Radboud University Nijmegen, en Países Bajos, y publicada on line en "Addiction Biology".
Los datos de prevalencia sitúan al consumo de cannabis en el primer lugar entre las drogas ilegales (tercero si se tiene en cuenta el tabaco y el alcohol).
Los beneficios del cannabis contra varios síntomas de la esclerosis múltiple podrían verse oscurecidos por un efecto secundario que hasta ahora había pasado inadvertido para la literatura científica: esta sustancia, componente activo de la marihuana y el hachís, puede deteriorar significativamente las capacidades intelectuales.