El estudio científico más grande hasta la fecha ha concluido la no existencia suficiente de que el cannabis medicinal, tanto basado en cannabidiol (CBD) como en tetrahidrocannabinol (THC), alivie la depresión, los trastornos de ansiedad, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el síndrome de Tourette, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o la psicosis.
Los responsables de la regulación del cannabis medicinal en los principales países de Latinoamérica y el Caribe coincidieron en la necesidad de que la región homogeneice normas y regulaciones, durante una reunión celebrada en Toronto (Canadá).
"Cada 2 días un bebé muere o sufre una discapacidad como consecuencia de una encefalopatía causada por la asfixia tras el parto", explica a 20minutos el Dr. José Antonio Martínez Orgado, jefe de la sección de Neonatología e investigador principal de un proyecto en el Hospital Clínico San Carlos que podría reducir un 80-100% el daño cerebral por este motivo en neonatos.
La ansiedad es quizá uno de los desórdenes mentales más prevalentes en las sociedades modernas. En este contexto, las investigaciones sobre las propiedades ansiolíticas del cannabidiol o CBD, adquieren una gran importancia.
Un tratamiento combinado de morfina con cannabidiol aumenta "enormemente" el efecto analgésico de esta sustancia en modelos de ratón con dolor crónico, según explica el doctor Carlos Goicoechea, catedrático de Farmacología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y secretario de la Sociedad Madrileña del Dolor.
Una investigación del King's College de Londres, en Reino Unido, ha demostrado que una sola dosis del cannabidiol, extracto de cannabis, puede ayudar a reducir las anormalidades de la función cerebral que se observan en las personas con psicosis.
El fármaco más polémico de Almirall, el único del mercado que contiene extractos de cannabis, ya le supone a la farmacéutica catalana más ingresos que el medicamento más famoso del laboratorio de los hermanos Gallardo, el antiácido Almax.