Poner fin al consumo de alcohol en menores, "un problema absolutamente desmedido con cifras enormemente alarmantes", pasa por la educación y la sensibilización, "más allá de cualquier tipo de medida sancionadora y reglamento jurídico", afirma con claridad el vicepresidente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón.
La Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas dio vía libre ayer al informe que tiene que servir de base para la futura ley del alcohol y que ahora recibirá el Ministerio de Sanidad. El informe, avalado por todos los partidos con algunos votos particulares y la abstención de ERC y PNV, propone medidas educativas, sociales y sanitarias para acabar con el botellón y sus secuelas en los menores.
El grupo de investigación de la Universidad de Murcia 'Hemostasia y Trombosis', perteneciente a la Red de Enfermedades Raras (CIBERER), ha comprobado que existe una predisposición genética que agrava los daños provocados por la ingesta de alcohol durante el embarazo, según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.
El informe que establece las bases de la futura Ley contra el consumo de alcohol en menores, validado la pasada semana en el Senado y a la espera de su aprobación por la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas, incluye que se sancione a los padres de los menores que beban, y, en caso de reincidencia grave, si se demuestra una actitud negligente de los padres, se aplicaría la normativa existente en el ordenamiento jurídico para la protección del menor.
Presentación del programa y la campaña de intervención laboral llamada 'Empresa S.A. Una empresa que es cualquier empresa' se centra en la prevención y el tratamiento de consumo de alcohol y otras drogas en el ámbito laboral. Tiene el objetivo de crear "empresas con hábitos de vida saludables", según el presidente de la ONG. Repercutirá, en última instancia, en el ámbito familiar y comunitario. En este sentido, la intervención temprana resulta beneficiosa para evitar "mal clima laboral, frustración o trabajos de peor calidad".
Un estudio de The Lancet asegura que todo consumo superior a 12,5 unidades de alcohol semanales -lo que equivaldría a cinco pintas de cerveza o cinco copas de vino a la semana- reduce el tiempo de vida. Reducir el consumo de alcohol aumenta la esperanza de vida y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares graves.
El alcohol y otras sustancias tales como los opioides también tendrían un papel en dicha toxicidad. Los autores señalan que existen otros factores, no directamente relacionados con el VHC, que es probable que favorezcan la aparición de problemas renales, como el consumo de drogas y alcohol, la mala nutrición y los problemas relacionados con el VIH.
Ingenieros de la Universidad de California (UC) en San Diego, Estados Unidos, han desarrollado un biosensor inyectable en miniatura de potencia ultrabaja que podría utilizarse para el control continuo del alcohol a largo plazo. El chip es lo suficientemente pequeño como para ser implantado en el cuerpo justo debajo de la superficie de la piel y es alimentado de forma inalámbrica por un dispositivo portátil, como un reloj inteligente o un parche.