Redacción-
Considerar el cannabis una droga excepcional por sus cualidades naturales y terapéuticas, a diferencia de otras drogas recreativas o sin valor terapéutico, es el «dogma» del movimiento cannábico, se llama excepcionalismo cannábico, y perjudica al resto de consumidores de drogas. Estas son las ideas que defiende Evan Nison en su artículo de opinión en la revista Rollin Stone. Evan Nison és un activista por los derechos de las personas que consumen cannabis e impulsor de distintos proyectos empresariales en el sector del cannabis.
Este «dogma», como lo denomina el autor, perpetua la idea moralista de que hay drogas «buenas» y «malas» y que además se legisla sobre ellas en función de ello. Esta idea encaja con la idea del gobierno, porque mantiene a ciertas drogas criminalizadas, prohibidas y estigmatizadas. Para el autor del artículo es un razonamiento defectuoso cuando vemos que drogas como el alcohol o el tabaco, legales a nivel federal y con alta aceptación social, tienen riesgos potenciales para la salud y se consumen en exceso.
Aunque el gobierno sigue justificando la guerra contra algunas drogas como un medio para frenar el consumo y el tráfico, esto rara vez ha funcionado, asegura Evan. Igual que el modelo educativo basado en la abstinencia que impera en las escuelas de Estados Unidos, a pesar de todas las afirmaciones científicas de que no funciona.
Para Evan cuando «Nos enfocamos exclusivamente en la reforma del cannabis, no dejamos suficiente espacio para la discusión de otras posibles innovaciones, como la ketamina para el tratamiento del estrés postraumático (TEPT) y la cocaína para la anestesia. Además, el excepcionalismo del cannabis en su mayor parte rechaza la despenalización de todas las drogas».
En el artículo defiende que la legislación actual, en muchos estados de Estados Unidos, ha dado unos privilegios a los consumidores de cannabis de los que no gozan el resto de consumidores de drogas ilegales. «Como defensores de la justicia social y la reforma de las drogas, creo que debemos extender los derechos de los consumidores de cannabis a otros consumidores de drogas».
Leer el artículo original en RollinStone.com
