![Smile :)](./images/smilies/icon_smile.gif)
Para contarles como me ha ido estos meses, no muy bien. He estado con altibajos, no pude superar los 10 días sin consumo.
Tampoco soy un consumidor diario, por eso unos días estoy muy bien, de buen ánimo, queriendo hacer de todo, desbordado de energía, mejorarando en lo que se pueda y tratando de aprovechar esos momentos de lucidez. Otros, por supuesto, viene el consumo y sus días de mierda consiguientes, hecho un trapo de piso. El deporte y el comer bien me ha ayudado bastante en este proceso, también estoy con un proyecto personal de trabajo por lo que tengo un motivo por el cual estar vivo, además del cariño de mi familia, la que por suerte me sigue bancando mis derrapes (o ya están curados de espanto y ni quieren decirme nada)
La cocaína es mi bloqueo mental, es el muro que frena que mi vida vaya hacia adalente.
Es ese monstruo que se aparece en mi camino y me desvía de la ruta.
No lo he podido frenar, hasta he llegado a pensar que voy a ser así para siempre, como si fuera tan parte de mi vida cotidiana que me digo a veces que "esta bien" que lo haga de vez en cuando porque bueno, soy así. Lo cual es una completa mentira, no soy así, no somos así, mi personalidad no es así, nuestra personalidad no es así, somos nosotros con merca encima, destruyéndonos por dentro, dejándonos sin sentimientos, como una botella vacía. Por eso esta droga es la más peligrosa, la peor de todas.
Una ruleta rusa, un subibajas de emociones, un parque de diversiones fugaz en la cual salimos de él y nos preguntamos porque carajos pagamos la entrada para disfrutar esta mierda.
Un edificio con fachada de Palacio que al entrar nos damos cuenta es un antro de mala muerte.
Este pensamiento repetitivo es el que me ha hecho escribir estas palabras, esta droga genera un vacío existencial en la que ya me cuesta llorar, me cuesta reír, expresarme, ser inherte a las palabras de un amigo, de una madre, de una novia.
Estos días festivos que se vienen, son de reflexión, de replanteos y de cuidados.
Les mando toda mi fuerza a los que están saliendo de esta droga, hay que sacar energía de donde sea para que no nos gane.
Tal vez otra mirada podría ser, volcar toda esa energía de ganas de consumir en algo productivo.
Mucha fuerza, mucha suerte.
El URU.