Buf, pues la verdad es que tiene que ser duro, porque además te habrá llevado a muchos cambios en tu vida.reinventada escribió:....es cierto fernando, él no salir parece más un castigo.......¡¡¡ yo llevo castigada 8 años !!!!!......si, yo me tuve que posicionar y radicalizar en el ¡¡¡¡¡¡NO PUEDO Y NO QUIERO !!!!!!.....si saliera por ahí de noche, tarde o temprano caería.....me conozco lo suficiente como para saber que en algún momento bajo o de euforia...no tendría la voluntad necesaria para decir NO.....pero yo si soy una adicta, y tu puedes evitarlo.....todavía.
espero qué lo consigas.
Yo intento visualizar ahora la imagen de cuando empezaba a salir, que con un par de copas, cogía "el punto" para soltarme un poquillo pero sabía parar a tiempo y no acabar tambaleándome.
Era superfeliz así joder!, por qué no puedo revivirlo ahora?, incluso las fiestas eran más fiestas que las actuales, recordando al día siguiente todo lo que hacía, algo animado pero nada descontrolado.
No sé por qué con el tiempo iba la borrachera a más hasta llegar al punto actual, y he decidido cortarlo, pero llevándolo más por el camino de la motivación que por el del castigo.
Dejar de salir me llevaría bien a verlo como un suplicio, o bien rellenar el resto del día con actividades que me hagan llegar exhausto a la noche y para nada añorar la juerga.
Llegar a eso también me implicaría cambiar a mucha gente de mi entorno, buscarme otros círculos de amistades,etc.
No sé la verdad, veo más duro todo ésto que el conseguir salir sin beber (más aún cuando mis colegas peligrosos con la coca son una minoría), aunque haya casos como el tuyo que quizás veas más fácil optar por esta vía, quizás porque tu entorno de colegas fuese más chungo que el mío.