La Asociación Cordobesa de Jugadores en Rehabilitación (ACOJE) señala que el 1,5% de la población cordobesa padece la adicción al juego, es decir, unas 8.000 personas. Además, advierte de que el número de casos de ludopatía en la ciudad se está incrementando. Si en 2010 fueron 67 las personas que recibieron tratamiento, un 30% más que en el curso anterior, 2011 presenta malos datos. «En los últimos cuatro meses se ha podido incrementar un 20% el número de personas que asisten a las terapias de iniciación», asegura Salvador Secilla, presidente de la asociación. Aunque los tratamientos se dividen en períodos de cuatro meses, Secilla afirma que los que han sido ludópatas deben someterse a un seguimiento de por vida. «Del mismo modo que un diabético necesita insulina, el ludópata necesita tratamiento para siempre para no recaer en esta enfermedad que es crónica». Los resultados son que el 70% de los adictos se recuperan al cabo de un año, aunque continúen asistiendo a las reuniones, el 30% restante o bien abandona el tratamiento o bien recae.
Existen en Córdoba tres bingos y unas 3.500 máquinas recreativas, según la Consejería de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía, que movieron 177 millones de euros en el 2009. El 87% de esta cantidad se quedó en las tragaperras. Cada cordobés gastó de media 48 euros en las máquinas y 9 en el bingo.
Atendiendo a la recaudación de Hacienda de las tasas fiscales sobre el juego hasta septiembre de 2010, el balance de impuestos se ha reducido en un 24%, es decir, las arcas de la Junta percibieron poco más de nueve millones y medio de euros por el azar.
