Los responsables de la Asociación Castellano y Leonesa de Ayuda a la Drogadicción (Aclad), avalada por el aumento de las solicitudes de ayuda que recibieron el año pasado en los distintos programas disponibles, ha presentado a la Junta de Castilla y León un proyecto para la apertura de un Centro de Día como un dispositivo social más de deshabituación y rehabilitación de personas o para personas que tienen problemas con el consumo de sustancias psicoactivas, como cocaína, alcohol, cannabis o heroína y que además tienen dificultades de empleo.
Los responsables de Aclad se han propuesto como objetivos para el funcionamiento de este Centro de Día el mantenimiento de la abstinencia, normalizar la vida activa, social y familiar y mejorar las posibilidades de lograr un empleo y autonomía personal.
Terapias
El centro utilizará las terapias como métodos para la recuperación de los usuarios, bien individuales o grupales, e incidirán en el trabajo con la familia en los casos en los que sea posible y no se trate de familias desectruturadas. El fin de estas medidas es promover comportamientos que ayuden al abandono de las drogas aunque las estadísticas hablan por sí mismas y las personas que consiguen abandonar el consumo de drogas definitivamente es muy bajo.
Aclad incidirá en áreas como la salud y la reducción de riesgos, la psicológica -” con terapias de habilidades sociales-”la laboral, la jurídica, ocio y tiempo libre, orientación y actividades de grupo, que no sólo servirán para que las personas que recurran al centro puedan mantenerse en forma sino para crear hábitos saludables.
El centro de Aclad de León cuenta con una delegada, una psicóloga, un abogado, cuatro trabajadores sociales, cuatro cuidadoras, una enfermera, una limpiadora y personal voluntario. Reciben la colaboración de las administraciones y entidades privadas, como el Ministerio de Educación, Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de León, la Diputación provincial y el Banco de Alimentos, además de los esfuerzos de los voluntarios y profesionales y miembros de la asociación, que ayudan al sostenimiento de la entidad.
La asociación tiene una casa de acogida para afectados por VIH en situación de emergencia social, por la que pasaron el año pasado dieciséis personas procedentes de convalecencias hospitalarias, desajustes familiares, residencia en la calle o centro penitenciario.
