Uno de cada tres adolescentes que juegan a videojuegos presenta indicadores adictivos, según el ‘Estudio sobre usos de las tecnologías en población adolescente’ realizado por Fundación Adsis en cuatro comunidades autónomas y financiado por el Plan Nacional contra las Drogas.
Casi un tercio de los adolescentes ha admitido que los videojuegos interfieren en su vida diaria al dejar de hacer cosas o pasar el día pensando en jugar, mientras que el 15 por ciento dice haber tenido síntomas de abstinencia, como estar irritable o sentirse nervioso.



