Un medicamento legal 100 veces más fuerte que la morfina y 50 veces más potente que la devastadora heroína. Así es el fentanilo, un opioide legal que deriva en pacientes adictos por su alto nivel de dependencia. Estados Unidos es la meca de los medicamentos contra el dolor, pero también es el epicentro de una mortífera epidemia que se ha cobrado la vida de más de medio millón de personas desde que la familia Sackler sacó al mercado la oxicodona, hace dos décadas. El reguero de muertes ha cruzado el Atlántico y preocupa en España, que es el octavo país del mundo en consumo de narcóticos y el tercero en fentanilo.
El consumo de opioides con receta se ha duplicado en 10 años, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Los datos están muy lejos de los Estados Unidos, que sufre 150 muertos por sobredosis al día, pero las alarmas han comenzado a activarse. En este sentido, el Ministerio de Sanidad ya trabaja en un plan para frenar el uso del fentanilo.
