“Noches seguras para todas” es una investigación sobre violencia sexual en el ocio nocturno realizada por Federación Mujeres Jóvenes y financiada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
Un estudio halla que el 45,8% de las mujeres que usan drogas por vía inyectada en centros de reducción de daños ha sufrido violencia física o sexual en los últimos 12 meses.
A la marginación, estigmatización y criminalización a las que están expuestas todas las personas que usan drogas, se suma, en el caso de las mujeres, la condena moral por haber transgredido los axiomas de género que enmarcan las concepciones en torno a la “buena mujer”
Un estudio con jóvenes demuestra que los estereotipos de género se perpetúan. Las mujeres tienen que ser comedidas en los espacios de ocio, si no, se las cuestiona.
Todas las drogas en España las toman más los hombres que las mujeres menos los hipnosedantes y analgésicos opioides, ambos adquiridos con receta y las sustancias más consumidas solo por detrás del alcohol y tabaco.
Los trabajadores en prevención e intervención apuntan a un sesgo de género en la salud –las mujeres van más al médico y se las medicaliza antes– y a la dificultad de reconocerse como drogodependiente ante estas sustancias.
El Instituto Europeo de Estudios en Prevención (IREPFREA) lanza un nuevo proyecto europeo, llamado STOP-SV - staff training on prevention of sexual violence, sobre prevención de los abusos sexuales y la violencia sexual en contextos de ocio nocturno.