Como cada año y desde 2013, el Observatorio Noctámbul@s de la Fundación Salud y Comunidad está realizando su estudio anual para entender cómo se articulan las dinámicas de ocio juvenil y su relación con las violencias sexuales en espacios de ocio nocturno.
El Instituto Europeo de Estudios en Prevención (IREPFREA) lanza un nuevo proyecto europeo, llamado STOP-SV - staff training on prevention of sexual violence, sobre prevención de los abusos sexuales y la violencia sexual en contextos de ocio nocturno.
El acuerdo, cofinanciado por la Comisión Europea, contempla la capacitación del personal de los locales como agentes preventivos activos en los contextos de diversión nocturna.
La sumisión química es la denominación de los abusos sexuales que se producen después de que una persona, casi siempre una mujer, ha sido previamente drogada con alguna sustancia y la creencia común es que se suele usar la burundanga, pero en la mayoría de los casos se trata de alcohol y pastillas para dormir.
Por tercer año consecutivo, Noctambul@s se pone en marcha para seguir observando la relación entre el tridente ocio nocturno, drogas y violencia sexual en Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. A pocos días de presentar el segundo informe de resultados, la maquinaria del Observatorio ha empezado a funcionar con nuevas y no tan nuevas preguntas por resolver.
Un trabajo de Fernando Pérez del Río (Proyecto Hombre. Burgos) Manuel Mestre Guardiola (Psicólogo. Terapeuta Gestalt. Especialista en Sexualidad. Castellón)