Un análisis retrospectivo mostró una alta tasa de curación de la hepatitis C en esta población cuando fue tratada con regímenes libres de interferón pegilado. Los hallazgos confirman que es viable priorizar a las personas usuarias de drogas para recibir tratamiento frente al VHC.
Un análisis innovador demuestra de forma contundente el daño que ejerce la criminalización sobre los programas de tratamiento y prevención del VIH dirigidos a esta población. La gran mayoría de estudios -85 en total (80%)- revelaron que la criminalización afectaría negativamente a la prevención y a los resultados del tratamiento del VIH en personas usuarias de drogas inyectables.
Un estudio puso de manifiesto los beneficios de ofrecer tratamiento temprano a las personas con hepatitis C que toman drogas por vía intravenosa. En Escocia, por ejemplo, más del 85% de las personas diagnosticadas con hepatitis C son usuarias de drogas inyectables.
La distribución de jeringuillas según necesidad sería preferible al intercambio de usadas por nuevas. Esta es una de las conclusiones del estudio realizado en Baltimore (EE.UU.) y presentado en la IX Conferencia sobre la Ciencia del VIH de la Sociedad Internacional del Sida que se celebró en Julio 2017.
Tras la alternativa que respaldó el secretario de Seguridad, Daniel Mejía, de crear salas de consumo supervisado de drogas para mejorar los índices de seguridad, los expertos piden que la discusión se centre en la evidencia médico científica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los países a aumentar las estrategias para eliminar la hepatitis, recordando, con motivo del Día Mundial de la enfermedad, el nuevo tratamiento genérico que esta semana ha añadido a su lista de fármacos precalificado contra la hepatitis C para aumentar el acceso a la terapia y el impulso que ha dado para garantizar la seguridad en las inyecciones, medida fundamental para reducir la transmisión de los virus B y C.
El consumo de drogas inyectables es uno de los factores más frecuentes que provocan el virus de Hepatitis C (VHC) entre la población reclusa. Cataluña prevé acabar con la hepatitis C en sus prisiones para 2021.
Dado que el financiamiento de los donantes para los programas de VIH se ha reducido, los servicios de reducción de daños también se han visto afectados y el acceso a ellos se mantiene estancado en muchas partes del mundo.