Los cardiólogos europeos han emitido una severa advertencia sobre los peligros de los cigarrillos electrónicos, especialmente para los jóvenes, ya que los resultados de una nueva investigación muestran el daño que causan al cerebro, corazón, vasos sanguíneos y pulmones. El estudio, que se publica en el 'European Heart Journal', la revista de la Sociedad Europea de Cardiología, también identifica algunos de los mecanismos involucrados, para los cuales hasta ahora ha habido información limitada.
El tabaco es la segunda causa de mortalidad en todo el mundo. Los cigarrillos electrónicos se han popularizado como “alternativa” a los cigarros convencionales con la idea de que son menos perjudiciales. ¿Es esto cierto?
Con el fin de reducir un 17% el número de fumadores, a partir del 13 de noviembre la edad permitida será de 21 años. La nueva ley tiene como objetivo alejar a las nuevas generaciones de costosas y potencialmente mortales adicciones.
Un estudio llevado a cabo en Reino Unido ha encontrado evidencia de que esta adicción aumenta el riesgo de trastornos mentales, pero también de que estos aumentan la probabilidad de fumar.
Fumar en exceso puede tener un efecto negativo sobre el envejecimiento facial, por ejemplo aumentando la cantidad de arrugas, según una nueva investigación liderada por la Universidad de Bristol (Reino Unido) que ha buscado entre 18.000 rasgos de la cohorte del Biobanco británico.
El fármaco para dejar de fumar 'Champix' (vareniclina), que el Sistema Nacional de Salud (SNS) comenzará a financiar a partir del próximo 1 de enero, costará entre 80 y 86 euros dependiendo del tipo de tratamiento, y solo podrá ser recetado a los pacientes una vez al año.
Es un hecho que abandonar el hábito tabáquico provoca ansiedad en el que lo intenta. Las embarazadas son un grupo especialmente sensible al tabaco por motivos obvios, pero es fácil escuchar con relativa frecuencia que la ansiedad por dejar de fumar tiene efectos más perjudiciales sobre el feto que un cigarrillo en sí.
Según muestra una investigación internacional, con participación española, que señala que, en promedio, afecta al 31 por ciento de la población, que oscila entre el 24 por ciento en Irlanda y el 68 por ciento en Grecia, especialmente en entornos interiores y exteriores de lugares de restauración, de trabajo, hogares y automóviles.