Un laboratorio polaco ultima el lanzamiento de la citisina, un alcaloide presente en el árbol laburno y que los soldados utilizaban para superar el síndrome de abstinencia de la nicotina
Más de mil millones de personas de todo el planeta fuman y la OMS no espera que la cifra cambie significativamente para 2025(*). La mejor opción siempre es dejar el tabaco por completo, pero muchos no lo consiguen. Ante la irrupción de las nuevas alternativas al cigarrillo, se hace fundamental poner luz sobre la ciencia que avala estas opciones novedosas, para mitigar la desinformación que impera en torno a ellas.
El 62 % de la población que había consumido uno de los dos productos o los dos, consideran que estos dispositivos tienen menos riesgo para la salud que los cigarrillos convencionales.
Uno de cada cinco tweets que habla sobre la hipótesis de la nicotina también lo extrapola a un beneficio potencial de fumar o vapear para COVID-19. Y que los perfiles identificados como pro-vapeo a partir de sus biografías de Twitter pese a representar el 7 % de los perfiles eran responsables del 20 % de las publicaciones al respecto.
La médica Elisabete Weiderpass, directora de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, alerta de que la industria del tabaco es “el enemigo número uno”
La regulación actual de los cigarrillos electrónicos y de los productos de tabaco calentado debería cambiar y establecer disposiciones diferentes para los dos grupos de productos, sugiere una investigación publicada en 'BMJ Open'.