Un trabajo presentado por investigadores del University of Pittsburgh Cancer Institute (Estados Unidos) ayuda a comprender por qué algunos fumadores desarrollan cáncer de pulmón y otros no.
La sociedad ha reaccionado frente al tabaco. Pero esta actitud, que parece normal, no lo ha sido tanto. Hace sólo 50 años se empezó a relacionar el fumar con el cáncer y sólo en los últimos 10 años se han extendido protocolos de psicoterapia y terapia sustitutiva con nicotina. Los fármacos han sido algo aún más reciente.
Muchos fumadores habrán oído comentar que con chicles o pastillas de nicotina es fácil dejar de fumar y se hayan desanimado profundamente tras consumir dichos productos y volver de nuevo a fracasar en su intento de abandonar el tabaco.
Se trata del llamado genotipo D del gen CYP2A6, implicado en la degradación de la nicotina. Los autores también creen que los portadores de la mutación presentan menos riesgo de enfisema.
Según un estudio realizado por el Hospital del Mar, el Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona y el Instituto Superior de Sanidad de Roma.