Las personas que fuman tabaco de liar tienen menos probabilidades de dejar de fumar, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Londres (Reino Unido) y que ha sido publicada en la revista 'BMJ Open'.
Así se desprende de un estudio liderado por el profesor Esteve Fernández, director del centro colaborador de la OMS para el control del tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO) e investigador del ICO-Idibell, y cuya primera autora es Xisca Sureda, de la Universidad de Alcalá de Henares, y en el que ha colaborado el Instituto del hospital del Mar de Investigaciones Médicas (Imim).
El ministerio de Sanidad de Francia anuncia la medida de prohibir las marcas que relacionen fumar con el glamur (Marlboro Gold, Vogue o Café Crème), que dispondrán de un año para adaptarse a la normativa. Esta iniciativa se suma a la de los paquetes de tabaco sin logotipos.
La Comisión Europea envió la semana pasada a España un ultimátum para que cumpla en dos meses la nueva normativa de regulación de venta de tabaco, que principalmente endurece las reglas para fabricar, producir y presentar las formas de presentación de estos productos (cigarrillos, tabaco de liar, tabaco de pipa, puros, puritos, tabaco de uso oral, cigarrillos electrónicos, etc.).
Las 'conselleries' de Salut y Ensenyament de la Generalitat han puesto en marcha un programa educativo para frenar el consumo de tabaco de liar entre los adolescentes, que se ha multiplicado por ocho en los últimos años.
Un estudio publicado en 'Prevención del Tabaquismo' revela que el 30% de los consumidores de tabaco se pasaron a esta clase pensando que era más saludable.
El tabaco de liar tiene niveles más altos de aditivos, tasas estables de carcinógenos, alquitrán, monóxido de carbono y niveles más elevados de nicotina que el manufacturado.