La declaración permitirá que la ciudad sortee la burocracia que retrasa la estrategia pública para atender el deterioro de las condiciones de vida en vecindarios como Tenderloin, dijeron las autoridades.
La paradoja es que el tabaco normal se sigue vendiendo en la ciudad y la marihuana es legal en California. Lo explican en que los cigarrillos electrónicos resultan "particularmente atractivos" para los adolescentes.