Desde las primeras etapas de la pandemia de COVID-19, se han planteado preocupaciones entorno a su impacto sobre la salud mental y, concretamente, en los pacientes con problemas de salud mental.
La prescripción de ansiolíticos o antidepresivos sigue siendo una práctica muy extendida ante los malestares en salud mental. Eclipsa el abordaje en profundidad de las causas políticas, sociales y de género vinculadas al sufrimiento psíquico y emocional
La probabilidad de padecer bronquitis crónica, depresión y ansiedad es entre tres y cinco veces superior en las personas que sufren pobreza energética que en aquellas sin problemas con el suministro eléctrico, según un estudio realizado en Barcelona.
En los estudios ASPIRE se observó una rápida reducción de los síntomas depresivos, cuatro horas después de recibir una dosis inicial del pulverizador nasal de esketamina
El 73 por ciento de las personas con enfermedades mentales acude a su médico de Atención Primaria (AP), pero solo el 36 por ciento son diagnosticadas correctamente y el 18 por ciento reciben el tratamiento adecuado y, de estos, solo la mitad, el 9 por ciento, cumplen con el mismo
Las patologías mentales previas, como toxicomanías, depresiones o trastornos alimenticios, unidas a las nuevas secuelas psicológicas de la COVID-19, nos abocan a una "pandemia de salud mental" según los expertos
"la precariedad laboral, el estigma asociado a la adicción o la falta de acceso estable a la atención médica" son factores "negativos" para esta población.
Muchos de los videojuegos más populares cuentan con cajas de recompensa para incentivar a invertir dinero a cambio de recibir una selección aleatoria de artículos del juego.