Las salas de consumo supervisado (SCS) son instalaciones donde las personas que usan drogas (PUD) pueden consumir dichas drogas en condiciones seguras e higiénicas. Existen SCS en Europa, Canadá y Australia y se han relacionado con mejoras en la salud de PUD, reduciendo la frecuencia de sobredosis y muerte por sobredosis.
Se contó con una amplia representación de organizaciones de la sociedad civil iberoamericana de drogas, al igual que representantes de organismos internacionales (OPS) y de diferentes instituciones gubernamentales (Argentina, Colombia, Ecuador, España, Honduras) entre las que destacamos al Plan Nacional sobre Drogas por su apuesta por la cooperación con América Latina y el Caribe y el constante apoyo a la RIOD
Un estudio halla que el 45,8% de las mujeres que usan drogas por vía inyectada en centros de reducción de daños ha sufrido violencia física o sexual en los últimos 12 meses.
En el barrio del Raval de Barcelona trabajan las Metzineres, mujeres activistas supervivientes de violencias y que utilizan drogas. Allí encuentran refugio, confianza y escucha en su batalla para superar el estigma.
Los orígenes de la reducción de daños en el Reporte Rolleston de 1926 emergen de una preocupación sobre las mujeres y el uso de drogas. Pero hoy las mujeres son casi una posdata en los debates e intervenciones sobre uso de drogas.
Según el informe, tanto en Sudáfrica como en España, las mujeres informaron ser humilladas, deshumanizadas y sometidas a castigos excesivos en prisión por su consumo de drogas
Una veintena de organizaciones reclaman a la Generalitat que implemente un programa de dispensación de la sustancia ante la compleja situación que viven los toxicómanos por la pandemia