La sociedad de consumo impulsa a las personas a ciertos hábitos y conductas que luego terminan convirtiéndose en adicciones. No hay más que ver como por distintos medios, nos regalan la "ilusión" de poder desatender las señales del campo emocional, anestesiando o enmascarando con químicos, distintas carencias y vacíos.
Nueve millones de personas utilizan fármacos con fines no médicos. En España prefieren las benzodiacepinas mientras que en EEUU optan por los opioides.
El uso de antidepresivos y narcóticos aumenta el riesgo de fracturas en mujeres maduras, según un estudio realizado en los Estados Unidos y publicado en el número de ayer de Archives of Internal Medicine.
Los motivos de este incremento no se han determinado y también se desconocen los efectos a largo plazo de algunos de estos fármacos cuando se administran a una población tan joven.