El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, decretó el fin de la “guerra” contra el narcotráfico, pero mantuvo todo el sexenio una política de drogas basada en el modelo prohibicionista y en una estrategia bélica.
En este artículo de opinión, Gemma Altell (Directora técnica de la Fundació SURT), reflexiona sobre cómo el prohibicionismo en las drogas ha demostrado no ser eficaz para el objetivo de encontrar el punto justo en el binomio libertad/seguridad, específicamente en materia de la regulación del cannabis.