En el artículo publicado en verne.elpais.com se muestran dos infografías para mostrar cómo beben los españoles, edades de inicio, otras drogas concomitantes, qué tipos de bebidas son más frecuentes, la evolución del consumo a lo largo de una década y la comparativa entre comunidades autónomas y países de Europa. Destaca que un 10% de los españoles bebe a diario; entre los hombres, la cifra sube al 15%. Por otro lado se muestra en la otra infografía el consumo de alcohol entre adolescentes, donde destaca el 37,3% de consumo de riesgo en chicas mientras los chicos superan los límites establecidos para ellos en un 26,3%.
Profesionales y especialistas de Castilla y León y EE.UU. han compartido formación y experiencias para avanzar en materia de atención en drogodependencias en el encuentro que se ha celebrado a la largo de esta semana en el Centro Regional de Formación y Estudios Sociales en Valladolid, según ha informado la Junta en comunicado recogido por Europa Press.
Casi 2.000 padres, madres y alumnos asistieron durante el año 2015 a talleres municipales de prevención sobre drogas, alcohol y uso seguro de Internet, según los datos facilitados por la concejal de Servicios Sociales, Rafaela Romero, a los miembros del Consejo Municipal sobre Drogas en su última reunión.
España es uno de los países que más alcohol consume en el mundo, según la OMS. El consumo excesivo de alcohol se relaciona con más de 40.000 muertes anuales en España y existen hasta 64 enfermedades relacionadas directa o indirectamente. La jornada ha incorporado también un taller sobre el bullying, fenómeno que sufre más del 10% de la población escolar de entre 12 y 18 años según un estudio de la Generalitat.
El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín, ha enfatizado la importancia de los "mensajes" que se envían a la sociedad en relación con los consumos y, así, ha destacado que las comunidades que, como Galicia, cuentan con una ley que prohíbe la venta de alcohol a menores se sitúan "por debajo de la media" en ese consumo.
La terapia está concebida para acompañar a los jóvenes y a sus familias cuando se produce un uso o abuso de drogas que, con frecuencia, está unido a otros factores de riesgo como fracaso escolar o conflictos de convivencia familiar. El objetivo es prevenir las consolidación de esa drogodependencia y lograr nuevos hábitos que reconduzcan sus vidas.