La falta de formación sobre violencia, consumo y trauma perpetúa un reduccionismo que desvía la mirada hacia las sustancias, culpabiliza a las mujeres y oculta la raíz estructural de la violencia: la desigualdad patriarcal.
En el mercado de drogas de Costa Rica, las mujeres suelen participar desde los márgenes, ocupando los eslabones más bajos y asumiendo riesgos que ponen su cuerpo en el centro de la transacción. Instrumentalizados por su capacidad de portar drogas y ser “penetrados” por el “producto de valor”, sus cuerpos sostienen transacciones y permiten la supervivencia en condiciones adversas, sin posibilidad de negociación.
El artículo Asociación entre dependencia emocional, sucesos vitales traumáticos, y esquemas desadaptativos tempranos en mujeres con trastorno de juego, publicado por la Revista Adicciones,...
El estudio “No soy una adicta”, de la Revista Adicciones, analiza cómo las mujeres chinas que consumen metanfetaminas (meta) interpretan su relación con esta...
La orden de EEUU de bloquear todos los petroleros venezolanos sancionados, ha elevado la tensión en la zona, poniendo en peligro la estabilidad regional y los intereses españoles.
Varios países de la Unión Europea han implementado programas de naloxona como parte de estrategias de reducción de daños para prevenir muertes por sobredosis.