Asegura que tan perjudicial es hacer un drama como negar que el menor las consume. «Los padres no pueden pretender arreglarlo todo en la primera charla», advierte.
El informe de la FAD, "Hijos y Padres: Comunicación y Conflictos", echa por tierra algunos otros mitos. No existe, para empezar, "la familia española", un modelo hegemónico como el tradicional de hace algunas décadas, con papeles y modos de relación intergeneracional bien definidos.
Aunque las campañas para evitar la drogadicción entre los jóvenes han tenido gran desarrollo, las dirigidas a los progenitores cuentan con escasa asistencia, muchas veces por falta de tiempo o de información. Los expertos ya están valorando nuevas estrategias para facilitar su participación.
El mejor instrumento con el que cuentan los padres para detectar un posible consumo de drogas por parte de sus hijos "es el diálogo y la confianza en el seno familiar".
El detector permite a los progenitores conocer si sus hijos han tenido contacto con estupefacientes aplicando este test en ropa sudada o sumergiéndolo en orina del consumidor sospechoso durante tres minutos.
Las farmacias ya pueden vender un test doméstico estadounidense que detecta el consumo de estupefacientes. El sistema de detección confirma el consumo de drogas al contacto con una prenda de ropa sudada o con la orina.
Si no se producen cambios significativos en el comportamiento sexual de los sudafricanos y no se distribuyen antirretrovirales de forma generalizada, en el 2015 habrá 5,7 millones de huérfanos de padre y madre.