La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus nuevas recomendaciones para reforzar el papel que las regulaciones nacionales de los productos del tabaco pueden desempeñar a la hora de reducir el consumo de esta sustancia y mejorar la protección de la salud de los ciudadanos.
El dispositivo IQOS (I Quit Ordinary Smoking) es uno de los primeros productos de tabaco sin humo 'sin combustión' comercializado como una alternativa más segura a los cigarrillos.
El tabaco es, además, la causa de unos siete millones de muertes al año (5,1 de hombres y dos de mujeres), y casi 900 mil de ellas son por culpa del humo de terceras personas, de acuerdo a los datos de la sexta edición del informe "El Atlas del Tabaco", elaborado entre la Asociación Americana del Cáncer (ACS) y la organización de salud Vital Strategies.
Los programas de reducción de daños serían, junto al uso de antivirales de acción directa, piezas esenciales para lograr mejoras que conduzcan a dicho objetivo. En la Unión Europea, se calcula que en 2016 había un total de 3,6 millones de personas con infección crónica por hepatitis C.
La Justicia explicó que las personas que no fuman podrían sentir la presión social de unirse a los fumadores en las áreas de fumadores y estarían expuestas al humo.
Antes de dejar de fumar, señalan desde el Ministerio de Sanidad, hay que saber qué le proporciona el tabaco; tener muy claro qué va a ganar, personalmente, si lo deja; conocer en qué consiste su dependencia del tabaco; cómo puede superarla; planificar cómo se librará de esta dependencia; y reconocer qué satisfacciones le proporcionará dejar de fumar y poder disfrutarlas.
El tabaco está vinculado al 65% de todas las muertes en la UE. Nos lo recuerda la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Esto supone 1,9 millones de fallecimientos cada año por cáncer y la misma cantidad por enfermedades cardiovasculares. En España, más de 60.000 personas fallecen cada año a causa del tabaco, lo que significa 164 cada día", sostiene.
La organización Mundial de la Salud ha incluido el "trastorno por videojuegos" en el borrador de la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) publicado en su web. A pesar de las críticas recibidas durante el 2017 ante el aviso de inicios del mismo año, finalmente todo apunta que la OMS incluirá dicho trastorno en la nueva clasificación.