Tienen muchas ventajas y también algunos inconvenientes. Las renovadas posibilidades de ocio y entretenimiento, unidas a la cultura de la imagen y a la eficacia del marketing y la publicidad, han convertido el consumo de bienes y servicios en causa de patología.
Esta nueva adicción, por ejemplo de Internet, "está haciendo que la gente esté encontrando satisfacciones de forma más rápida, lo que también produce una frustración muy rápida".