Nueva York, pionera en la lucha contra el tabaquismo, se centra ahora en los daños del vapeo, los cigarrillos mentolados y el impacto de fumar marihuana tras la despenalización del uso recreativo, como explica el máximo responsable del Departamento de Salud de la ciudad, Ashwin Vasan
Esta medida responde a la voluntad de Nueva York de que la regulación del cannabis beneficie a las comunidades históricamente perjudicadas por la prohibición de las drogas.
De 2018 a 2019, los funcionarios de salud de la ciudad de Nueva York midieron un aumento del 17% en las sobredosis de una combinación de cocaína y fentanilo sin heroína, de 157 a 183 muertes, respectivamente
El mercado de la droga, sin regulación y sin licencia, es la forma más pura y más mortífera de capitalismo, ese que prioriza el beneficio por encima de todo.
La Comisión de Estupefacientes de la ONU culminó con un compromiso decepcionante, basado en un proceso no inclusivo y que no refleja el consenso fracturado en el ámbito de las políticas de drogas.
El último incremento del precio del tabaco en la ciudad de Nueva York, que se hizo efectivo el 2 de junio con un aumento de 1,25 dólares por cajetilla (casi 80 céntimos de euro), ha triplicado la cifra de personas que piden tratamiento.