Una investigación del King's College de Londres, en Reino Unido, ha demostrado que una sola dosis del cannabidiol, extracto de cannabis, puede ayudar a reducir las anormalidades de la función cerebral que se observan en las personas con psicosis.
Ya lo decía el escritor Charles Dickens y otros muchos filósofos: "El hombre es un animal de costumbres". Una afirmación cuyas bases moleculares y biológicas se explican ahora en el trabajo que acaba de presentar un grupo de científicos de la Universidad Duke (Durham, Carolina del Norte, EEUU).
Científicos de la Universidad de Maastricht (Holanda) han comprobado que una sola dosis de cocaína altera directamente a nuestro cerebro, modificando la percepción de las emociones básicas e interfiriendo a la hora de reconocer emociones negativas como la tristeza o los celos.
Un nuevo estudio abre las ventanas hacia la comprensión del mecanismo molecular que yace bajo la adicción humana. El equipo investigador prueba que la mutación de un gen específico para esta transmisión conjunta provoca una vulnerabilidad 10 veces mayor a formas graves de adicción.
Los trabajos de esta investigadora francesa han servido para conocer los mecanismos de la adicción en el cerebro e investigar con decenas de medicamentos contra el dolor y la depresión. Sus esfuerzos podrían concluir con el hallazgo de analgésicos derivados del opio que no crearán dependencia.
El objetivo de esta revisión es profundizar en los aspectos neuropsicológicos y los sustratos cerebrales y genéticos que comparten ambos tipos de trastornos para comprender y abordar mejor la comorbilidad existente entre ambos.
La miosina Vb participa en la asociación del consumo de sustancias como el tabaco con la sensación de placer. Controlarla permitiría crear terapias más eficientes.
El nuevo hallazgo, de aplicación en el tratamiento del abuso y dependencia del alcohol, se publica en el último número de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.