Fumar aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco importante en todas las edades, tanto en hombres como en mujeres, pero las fumadoras tienen un riesgo significativamente mayor en comparación con los hombres, especialmente en las menores de 50 años, según un estudio publicado en el 'Journal of the American College of Cardiology'.
El 30 por ciento de las fumadoras continúa fumando durante el embarazo, y muchas tienen la "falsa idea" de que reducir el consumo del tabaco evita dañar al feto, a pesar de que se ha demostrado que hasta el tabaquismo pasivo provoca efectos nocivos al bebé, según se ha puesto de manifiesto en el editorial de 'Prevención del Tabaquismo', de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
El sangrado en el interior del revestimiento del cerebro (hemorragia subaracnoidea) es significativamente más frecuente entre los fumadores, especialmente en las mujeres fumadoras, que en las personas que no consumen tabaco, según revela una nueva investigación que se publica en la revista 'Stroke' de la Asociación Americana del Corazón.