Los laboratorios y distribuidores negocian ‘in extremis’ un acuerdo de 50.000 millones de dólares para evitar el proceso que arranca el lunes por 400.000 muertes en dos décadas. Hay 2.500 demandas
La empresa señalada como responsable de la crisis de opiáceos en EEUU se ha declarado en bancarrota, una estrategia para protegerse ante las demandas. Mediante este proceso, Purdue Pharma pretende convertirse en una organización sin ánimo de lucro y que sus futuras ventas financien el acuerdo al que espera llegar con los más de 2.000 demandantes, incluidos Estados, ciudades y ayuntamientos. Se acusa a Purdue Pharma de utilizar tácticas agresivas y engañosas para aumentar las ventas, así como de minimizar el riesgo de adicción.