La premisa de Candy Crush es ser lo suficientemente básico como para que un niño en edad preescolar pueda usarlo. En las máquinas tragaperras, en las que nunca se puede predecir cuándo se va a ganar, pero se gana con la suficiente frecuencia como para querer volver a jugar una y otra vez.
Según datos de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), cerca del 2% de la población española padece ludopatía y otro 3%, problemas con el juego