La exposición del feto al tabaco afecta al crecimiento del niño y ocasiona determinado grado de estrés, pero, además, es posible que también tenga efecto a largo plazo.
Parece que a los fumadores se les están acabando las razones para continuar con el tabaco. El último motivo para dejarlo es que el humo originado por los cigarrillos contribuye a la formación de caries en los niños expuestos a este ambiente, según los resultados de un estudio.
Una encuesta realizada a escolares entre 8 y 10 años revela que el 81% son hijos de padres fumadores, de los cuales el 69% fuman en casa y en el coche y el 31% en ventanas y balcones.