Un estudio coordinado por el Centro de Investigación de Medicina Cardiovascular Aplicada y Preventiva de la Universidad de Turku, Finlandia, muestra que la exposición al tabaquismo de los padres en la infancia y la adolescencia se asocia con una capacidad de aprendizaje y memoria deficientes en la mediana edad.
La mayor parte del humo de un cigarro no llega a los pulmones sino al aire de nuestro alrededor, por lo que es absorbido por los denominados fumadores pasivos. 600.000 fumadores pasivos mueren cada año por culpa de cigarrillos que encienden otros.
Ajenos a sus efectos perjudiciales para la salud, incluso aunque no contenga tabaco, el público adolescente es uno de los principales impulsores del mercado de las cachimbas, cuyo consumo en bares y discotecas ha experimentado un incremento, pese a estar expresamente prohibido por la ley.
Los políticos ingleses han propuesto hacer más flexible las leyes relacionadas con los cigarrillos electrónicos o 'vaping' cómo un método para dejar de fumar.
La exposición a largo plazo al humo de tabaco que queda en el ambiente durante la niñez aumenta el riesgo de muerte por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en la adultez, según un estudio realizado por Sociedad Americana del Cáncer.