Un estudio canadiense aboga por el abordaje integral centrado en las necesidades bio-psico-sociales de los hombres gais y otros HSH con conductas de chemsex
El estudio cuenta con una muestra de 10.634 hombres que residen en España y recogió información sobre conductas sexuales, consumo de drogas, salud psicosocial, prueba del VIH/ITS, entre otras
Un estudio realizado en cuatro países europeos revela que el centro sanitario británico presenta una tasa mayor de uso de drogas inyectables y de sexo no consentido.
El aumento de los síntomas depresivos sería proporcional a la frecuencia de uso de metanfetamina. Según estos hallazgos, los investigadores sugieren que reducir el uso de sustancias y, en especial de metanfetamina, puede reducir los síntomas depresivos y otros problemas concomitantes como conductas sexuales de riesgo.
La prevalencia de la coinfección del VIH y VHC se situó en el 3,7 por ciento, lo que supuso un descenso del 53,8 por ciento respecto al 2017 (8%) y del 83,3% del 2015 (22,1%).
El uso de drogas pueden tener un impacto importante en la atención médica y en la calidad de vida relacionada con la salud de las personas con VIH, sin embargo el 49,5 por ciento las ha consumido en el último año, sobre todo cannabis, cocaína y poppers.
Un estudio prospectivo realizado en EEUU y publicado recientemente en la revista AIDS sugiere que el uso diario o semanal de poppers durante años, una sustancia de uso sexual muy común entre los hombres gais y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH), podría relacionarse con un aumento del riesgo de padecer cánceres provocados por virus en hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) sin el VIH mayores de 50 años. Sin embargo, esta asociación, que afectaría a cánceres asociados a virus, no se observa en hombres gais y otros HSH con el VIH de la misma edad.
La orden de EEUU de bloquear todos los petroleros venezolanos sancionados, ha elevado la tensión en la zona, poniendo en peligro la estabilidad regional y los intereses españoles.
Varios países de la Unión Europea han implementado programas de naloxona como parte de estrategias de reducción de daños para prevenir muertes por sobredosis.