El turismo en las ciudades fronterizas de Holanda está al alza, pero no precisamente por sus monumentos históricos y coloridos canales, sino por sus establecimientos de venta de drogas mejor conocidos como coffeeshops, o cafés.
Este partido ha defendido en dos ocasiones en el Congreso sendas proposiciones no de ley para que el Gobierno reconsiderara su postura y aprobara el uso terapéutico de esta sustancia.
Dos empresas reciben licencia para cultivar plantas bajo condiciones de laboratorio, cuyas hojas serán distribuidas por el Gobierno a las 1.650 farmacias de ese país.
El Gobierno holandés aprobó ayer la distribución de heroína bajo prescripción médica para los adictos crónicos como una «solución para mejorar su situación».