El 15% de la población española, de 15 a 64 años, reconoce haber consumido algún tipo de estas sustancias "con o sin receta" y con prevalencia mayor en mujeres que en hombres.
Las encuestas resaltan un incremento en el consumo de hipnosedantes durante la pandemia, sobre todo por parte de las mujeres. El trabajo por turnos, la inseguridad laboral percibida, la sobrecarga de trabajo o las demandas emocionales de algunas profesiones son factores que llevan a la población trabajadora a recurrir, cada vez más, a este tipo de psicofármacos.
Baja el consumo de todas las drogas durante la pandemia, excepto el consumo de hiponosedantes con o sin receta. Las apuestas online también aumentan entre jóvenes menores de 25 años, incluidos menores de edad.
Que 13 de cada 100 personas de entre 55 y 64 años hayan consumido este tipo de fármacos durante el mes anterior, y que lo haga a partir de los 64 años una de cada tres mujeres y el 13,5 % de los hombres, merecería una reflexión a fondo sobre la medicalización de la vida cotidiana y la atención sanitaria de gatillo fácil a la hora de la prescripción de estos fármacos. Procesos que no solo afectan a las personas mayores, pero que con ellas adquieren mayor relevancia.
En 2018 se registraron 47.972 admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de drogas ilegales, en comparación con las 46.799 de 2017, y más de la mitad (53,6%) eran admisiones por primera vez en la vida, según datos del informe 2020 'Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España' del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, perteneciente al Ministerio de Sanidad.
El consumo de narcóticos, tranquilizantes, sedantes o somníferos se ha incrementado entre la población asalariada desde la declaración del estado de alarma. Más de un tercio de los trabajadores perciben que su estado de salud ha empeorado desde el inicio de la pandemia. En determinados colectivos profesionales, muchos de ellos altamente feminizados, los efectos de la crisis del coronavirus en la salud laboral podría ser aún más graves.
CCOO Euskadi ha demandado "más y mejor prevención" en las empresas del sector de la Dependencia, ante el "elevado consumo de fármacos y psicofármacos" entre las trabajadoras para "paliar sus dolores musculares y rebajar su nivel de ansiedad", motivados por "unas cargas de trabajo brutales y una presión de tiempos enorme".
El congreso de las farmacias de asistencia primaria se centra en el uso de medicamentos que crean adicción. Piden la creación de unidades multidisciplinares que controlen el consumo de estas sustancias.