Un proyecto en el Reino Unido demuestra que la utilización de dosis controladas de heroína a los adictos puede mejorar su calidad de vida y disminuir el impacto de los crímenes asociados al consumo.
Inyecciones del ingrediente activo de la heroína funcionan mucho mejor que la metadona oral a la hora de mantener en tratamiento a algunos adictos a esa sustancia.