Cuanto más altos eran los niveles de cotinina en la sangre de la madre durante el embarazo, mayor es el riesgo del niño de desarrollar un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) más adelante en la vida, según ha demostrado un estudio epidemiológico realizado por el Centro de Investigación de Psiquiatría Infantil en la Universidad de Turku en Finlandia.