Aquellos niños cuyas madres han fumado una cajetilla de tabaco o más durante el embarazo serán el doble de propensos a ser adictos a la nicotina cuando lleguen a la edad adulta.
"Fumar durante el embarazo lesiona la placenta y reduce los niveles de una hormona de crecimiento, fundamental para el feto, lo cual produce recién nacidos de menor peso y con cerebros más pequeños".
Un estudio de la Universidad de San Diego recomienda a las mujeres abstenerse completamente de beber alcohol durante el embarazo para evitar los problemas de salud que este hábito puede tener en el desarrollo posterior del feto.