La REICA rechaza la idea de abordar la adicción sólo como una enfermedad que debe seguir tratamiento farmacológico y ubicarse en la red sanitaria de salud mental.La evidencia científica demuestra que el abordaje de las adicciones debe considerar una aproximación biopsicosocial, centrada en la persona y en su desarrollo y desentendida de los intereses de la industria farmacéutica.
Científicos de la Universidad de Maastricht (Holanda) han comprobado que una sola dosis de cocaína altera directamente a nuestro cerebro, modificando la percepción de las emociones básicas e interfiriendo a la hora de reconocer emociones negativas como la tristeza o los celos.
Estudiar las drogas es una exploración hacia las redes neuronales y al sistema nervioso que la ciencia conoce bien, pocas cosas en la ciencia se conocen tan bien, de hecho. Silvia Cruz se ha encaminado a este estudio y puede platicar en detalle cuál droga bloquea tal neurotransmisor y el embrollo que ocurre en nuestra cabeza.
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California (Estados Unidos), han descubierto un fármaco no adictivo capaz de prevenir los síntomas de la retirada de opioáceos con un bajo riesgo de provocar efectos secundarios. El medicamento se llama ondansetron y está aprobado actualmente para el tratamiento del dolor, náuseas y vómitos. Según el equipo de investigadores, a partir de ahora podría ser útil también para evitar problemas derivados del tratamiento con potentes analgésicos opiáceos que pueden terminar por crear dependencia en el paciente.