En los estudios ASPIRE se observó una rápida reducción de los síntomas depresivos, cuatro horas después de recibir una dosis inicial del pulverizador nasal de esketamina
Durante muchos años se ha argumentado que los síntomas generados poco después de dejar los antidepresivos eran muy leves y limitados para ser considerados como síntomas de abstinencia, y que a lo sumo se podrían catalogar como un síndrome de discontinuación o síndrome de cese de ISRS.
Esta sustancia consigue reducir la sensación de placer al fumar al inhibir el sistema de recompensa cerebral, disminuyendo el síndrome de abstinencia. Unas 70.000 personas podrían beneficiarse de la financiación de este fármaco desde el 1 de enero de 2020, una decisión que forma parte de un plan para reducir el consumo de tabaco. Los especialistas recuerdan que no es una pastilla mágica para dejar el tabaco sin esfuerzo, y la Organización Médica Colegial critica que solo se financie este medicamento.
Un nuevo estudio analiza los efectos del tratamiento farmacológico para TDAH sobre el estado del ánimo. Los resultados del metaanálisis pusieron de relieve que las anfetaminas podían empeorar la labilidad emocional.
La investigación abre vías para generar estrategias de prevención, así como diseñar fármacos y terapias que mejoren la vida de las personas con esta enfermedad. El objetivo final es identificar la la existencia de cambios moleculares similares en personas que consumen cannabis para poder relacionarlos con el riesgo de desarrollo de psicosis o esquizofrenia y, por otro, generar nuevos fármacos que mejoren la sintomatología de los pacientes con esquizofrenia.
Un estudio publicado en "Nature Communications" afirma que la neutralización del factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) disminuye la necesidad de consumo de cocaína en ratones.
El uso de esta sustancia para el tratamiento de la dependencia a opiáceos se asocia con una menor aparición de efectos adversos graves, lo que comportaría una mejora en la calidad de vida y la seguridad del paciente. También se presenta como una buena alternativa cuando los tratamientos de buprenorfina o metadona no son eficaces, si bien funciona peor que la diacetilmorfina (heroína) en cuanto a la prevención de recaídas.